Seguro que en más de una ocasión te has cabreado contigo mismo por no seguir esa tenue voz de tu interior y que a menudo silenciamos a favor de nuestros juicios más racionales.
El arquetipo de la niña interior conecta con esta voz, por lo tanto es el más espiritual de los 4 arquetipos psicológicos básicos que forman tu familia interna.
La niña interior es la pareja del niño interior y posee cualidades que le complementan.
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La niña amorosa
Si el niño interior puede pasarse de osado, la niña llega para atemperarle y aportarle observación y prudencia. La niña minimiza los errores que el niño puede cometer debido a un exceso de entusiasmo, su actitud es mucho más observadora y puede ver cosas que el niño sencillamente pasa por alto.
Posee un gran don para encontrar la belleza, la armonía y el equilibrio en todas las circunstancias.
Una niña amorosa en equilibrio posee diplomacia y espíritu conciliador, es alegre y cuida muy bien de todo lo material aunque a la vez está muy conectada con todo lo invisible y el mundo espiritual.
La niña también tiene una gran capacidad para escuchar su voz interna, de esta forma su creatividad y su toma de decisiones son fruto de la inspiración. Personas que tienen fuerte este arquetipo tienen una inclinación natural hacia el mundo del arte.
Otra de sus características es la empatía, como esta muy conectada con sus sentimientos tiene facilidad para captar los estados de los demás, esta sensibilidad también le permite estar en contacto con su lado más transcendental.
Como es muy empatica tiende a cuidar y confortar a los demás y resulta una excelente consejera.
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La niña no amorsa
La niña interior en su versión más negativa puede poseer un exceso de sensibilidad que le desborda.
Cuando no se presta la atención suficiente a si misma, puede pasar a buscarla en el exterior por medio del victimismo y de demandas excesivas al entorno.
Una de sus grandes dificultades es poner límites saludables a los demás y de esta forma puede caer fácilmente en la manipulación, el abuso y la dependencia emocional.
Tu niña en los procesos creativos
El padre interior prepara los planos y crea una estrategia a seguir, la madre interior se encarga de buscar y proporcionar todos los materiales necesarios, el niño interior ve la forma de empezar a materializar y la niña interior refina y culmina.
La niña interior es la que se encarga de ultimar todos los detalles para acabar en condiciones un proceso u obra creativa. Digamos que es la que pone la guinda en el pastel y es que solo ella tiene la capacidad de refinar las creaciones para convertirlas en algo sublime.
Un test de evaluación
A continuación te dejo algunas cuestiones para que descubras si tu niña interior está cachas y potente o flacucha y debilitada.
1. ¿Soy sensible?
2. ¿Soy empático?
3. ¿Cuido de la gente?
4. ¿Cuido de los detalles?
5. ¿Soy capaz de captar el lenguaje corporal?
6. ¿Soy capaz de saber como esta una persona que tengo delante?
7. ¿Trato de confortar a los que sufren?
8. ¿De que forma termino las cosas?
9. ¿Soy intuitiv@?
10. ¿Soy capaz de creer en lo que no veo?
11. ¿Estoy seguro de mis sentimientos?
Un pequeño ejercicio final
Cuando inicies un proyecto que para ti sea importante observa detenidamente como haces las cosas.
Eres de los que deja todo a medias, comienzas con mucho entusiasmo pero te aburres enseguida, abandonas cuando te queda poco para llegar a la meta, te cuesta planificarte y prefieres pasar rápidamente a la acción, cuidas mucho los detalles o te olvidas de ellos por completo?
Revisar como son tus procesos creativos y en que medida materializas con éxito tus proyectos te dará algunas pistas del arquetipo o arquetipos que tienes que integrar o volver a programar en positivo para que todos tus proyectos tengan HAPPY END.
¿Me cuentas como han ido los resultados de tu test?
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