Testimonios pacientes

Testimonios

Conocí a Virginia a través de unas sesiones grupales gratuitas que se realizaron en el centro Illary; estuvimos yendo durante unas semanas un grupo de mujeres a un taller llamado «AMAR NO ES SUFRIR» y la experiencia fue bastante transformadora para mí; después de un tiempo, y en un momento personal en el que no me encontraba a gusto con mi relación personal sin saber exactamente el motivo, decidí contactar con Virginia pero esta vez mediante una terapia individual. Me ofreció dos opciones: una presencial y otra mediante conexiones a través de skype; si bien mi idea inicial era la terapia tradicional presencial, por la disponibilidad de tiempo, y también por la ventaja económica finalmente elegí la terapia mediante skype. Realmente me resultó un método MUY CÓMODO, puesto que evitas el tener que desplazarte y lo puedes hacer desde tu domicilio. Tengo que decir que Virginia en este sentido me ofreció total flexibilidad en cuanto al horario y duración de las sesiones (dentro un marco o encuadre formal que ella recomienda para que el trabajo sea efectivo y tenga una continuidad).

No recuerdo exactamente cuantas semanas trabajamos, quizá en total fueron 4 meses o así, iniciamos un trabajo de sesión semanal que pronto se transformó en sesión cada dos semanas; ella misma recomienda una duración estimada del número de sesiones, según las necesidades de cada uno. En mi caso se trataba más de un trabajo de conocimiento personal (es decir, más de «base» o de «cimientos») que de un problema «urgente» (me refiero con esta palabra a la cantidad de malestar emocional provocado por una situación puntual).

Virginia sigue un método de trabajo que para mí es «un no método» en realidad; quiero decir con esto que cada día se trabaja de una forma diferente, con una serie de técnicas muy diversas (ella creo que lo llama terapia holística). Si bien yo pensaba inicialmente que sería en plan psicoterapia, creo que esta palabra se queda corta. Se hacen técnicas de relajación, pequeñas meditaciones dirigidas, te pauta ejercicios para realizar a nivel personal (y aquí se incluyen ejercicios escritos, dibujos o simbólicos). Se usan otras técnicas como la de la «silla vacía», que la recuerdo especialmente por lo brutalmente emocionante que fue para mí y la importancia que tuvo…

Los frutos del trabajo que realicé los he ido notando más intensamente una vez finalizada la terapia; si bien durante las sesiones se trabaja con aspectos que «enturbian» emocionalmente y se sacan como situaciones muy concretas, la verdad es que los beneficios que he notado han sido más internos de lo que me esperaba. Temas que tenía pendientes de resolver (al menos a nivel psicólogico) ahora SIENTO que están resueltos y han dejado de ocupar espacio, permitiendome avanzar y redirigirme (cuando digo resolver, me refiero a que dejan de ser una preocupación constante). Además, curiosamente, yo inicié la terapia por situaciones relacionadas con mi pareja, y en realidad, la mayoría de mis conflictos, si bien en el día a día se estaban manifestando en mi relación, en realidad tenían (o tienen, porque no considero que haya finalizado mi trabajo) más relación con aspectos de mí misma que no estaba aceptando o situaciones pendientes con mi familia (padre, madre y hermanos). El trabajar estos aspectos ha permitido un crecimiento importante de mi relación, permitiendo una comunicación más fluida, y un afrontamiento más directo de los conflictos que van apareciendo.

He de decir que el cambio no lo he notado de golpe, ni mucho menos. Es más, el tiempo durante el que realicé las sesiones quizá fue un tiempo algo convulso, puesto que se movilizan muchos sentimientos que no se sabe incluso que se tienen y eso no siempre es agradable. Pero mirando atrás, me doy cuenta de la experiencia tan transformadora que ha sido, no sólo a nivel personal y en relación con mi pareja, sino incluso a nivel familiar se han producido ciertos cambios que me han permitido romper ciertas barreras e incluso, aunque esto suene un poco como irreal o mágico, también se han producido cambios entre los miembros de mi familia (de situaciones personales y de interrelaciones entre nosotros) que han servido para mejorar aspectos que me ocasionaban cierto sufrimiento y malestar.»

Si bien suspendí la terapia porque me costaba mucho trabajo sacar el suficiente tiempo que a mi parecer la misma merece, desde luego tengo pendiente volver a retomarla en cuanto finalice un proyecto personal en el que me encuentro metida que me acapara la mayor parte del tiempo en estos momentos. Recomendaría este trabajo no sólo a las personas que están pasándolo mal por diferentes circunstancias, sino también a todas aquellas que desean tener un mayor autoconocimiento de sí mismas y que desean avanzar en su progreso interno personal.

Raquel H. (España)

Llevo contigo, cuantas, 7, 8 , 9…..sesiones, no sé, tengo una despreocupación innata con la fechas, no tengo fechas de nada, solo de cumpleaños, el resto te esclaviza.

Hace años (calculo 28) arrastro conmigo un lastre que ningún psicólogo, terapeuta, psiquiatra incluso sanadora ha podido quitarme; bueno quitarlo es cosa mía pero si es cierto que a veces nos bloqueamos, nos perdemos y no sabemos «volver a casa», es decir, se nos olvida quienes somos y necesitamos una ayuda externa para que nos ilumine el camino de vuelta. Esa eres tú, mi farolillo en mi oscuro camino de vuelta a casa, a reconciliarme con lo que soy y con lo que he venido a hacer aquí.

Para mi, ese lastre es mi madre. Ya no me duele reconocerlo ni decirlo.
Ya no, porque empezamos a ser amigas.

En lo que llevamos de sesiones mi relación con mi madre ha mejorado notablemente, tan notable que ha modificado mi manera de verla y comportarme con ella. Y eso ha hecho que ella cambie su comportamiento hacía mi.

Esto, a su vez a desencadenado que yo me quiera y me estime más, con lo cual mi problema de alimentación va mejorando día a día.

Ya no me siento, limitada, rechazada, inferior a los demás, he recuperado la confianza en mi, en lo que soy y en lo que hago. AMO MI CUERPO!!! Al recuperar la estima hacia mi y tener el control de situaciones he reconducido mi vida tanto que estoy cambiando de profesión.

Estoy haciendo lo que me gusta y se hacer sin miedo al rechazo o al que dirán.
CREO EN MI, EN LO QUE HAGO Y EN LO QUE SOY.

Para mi punto de vista, la mezcla de terapias que tu haces Psicología, sanación por chakras, PNL, afirmaciones ….junto con tus seguimientos y tu forma de trabajar (irradias amor por tu trabajo y por ayudar a los demás) hace que todo confluya en un mismo punto «el camino a casa», «el farolillo de mi oscuro camino».

Siento no haberme dado cuenta antes, la gratitud es algo que estoy metiendo en mi vida y que es muy importante estar agradecido por todo lo nos viene, sobre todo si es bueno.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Con todo mi amor.

Que dios te bendiga.

Marta H. (España)

Conozco a Virginia desde hace varios años y he tenido la oportunidad de verla trabajar en terapias de grupo e individuales. Es una gran profesional, hace sentir cómodo al paciente para abrirse, al igual que le hace trabajar mediante ejercicios prácticos. Se interesa por el paciente y hace un seguimiento profundo a través de ejercicios entre las sesiones.

Ana (España)

La terapia con Virginia me ha sido de gran ayuda.

Trabaja con técnicas variadas y aplica cada una en función de la necesidad y de la situación de la persona en cada momento.

Es cercana y te da la confianza necesaria para que haya fluidez en la comunicación.

Sabe decirte en cada momento lo que necesitas oír o el trabajo personal que debes hacer (porque el paciente también tiene que hacer un trabajo, por supuesto).

Aunque pueda haber altos y bajos durante la terapia, los resultados con su ayuda llegan y creo que merece la pena explorar el camino de conocimiento y crecimiento personales de la mano de Virginia.»

Elena (España)

Encontré a Virginia hace seis meses. Quería empezar un trabajo de autoconocimiento. Me encontraba muy cansada por mi manera de abordar el trabajo y había aspectos en la relación con mis padres que sabía que tenía que sanar. Una tarde me topé con su página web. Y en seguida me llamó la atención cómo se presentaba, el tipo de terapia que ofrecía y los testimonios que leí de otras personas. Pero sobre todo, me gustó su foto. Me hizo sentir confianza y tranquilidad. Me puse en contacto con ella en ese mismo momento y comenzamos…
Al principio trabajamos semanalmente. Más adelante, pudimos ir espaciando las sesiones. Hemos utilizado diversas técnicas que han hecho cada sesión única y, sobre todo, muy productiva. Junto al trabajo en las sesiones, también hay una parte de trabajo personal entre ellas, que sirve para dar cierre a lo que se ha trabajado o para preparar un aspecto que se va a empezar a trabajar. En las sesiones se hace evidente que Virginia tiene una amplia formación y también, mucha intuición para elegir las técnicas más adecuadas para cada momento. Pero para mí, lo más importante, es la gran confianza que me ha hecho sentir, dejándome guiar por ella en cada propuesta, así como el profundo respeto e implicación que ha mostrado fuera cual fuera el tema que estábamos tratando.
A lo largo de estos meses los aspectos que quería trabajar cuando acudí a ella han ido mejorando. Virginia me ha enseñado a tener como máxima la ley del mínimo esfuerzo y a ser mucho más consciente de lo que hago en el trabajo y por qué lo hago. Mi relación con mi familia ha mejorado sustancialmente. Especialmente, mi manera de sentir a mi madre y cómo me afectaba todo lo relacionado con ella. Ahora siento un mayor control sobre todas estas situaciones. Soy capaz de mantenerme centrada y poder disfrutar más de ellos. Virginia me ha ayudado a conocerme mejor, a poner palabras a rasgos y características mías de las que no había hablado o no quería reconocer. También me ha enseñado a valorar y a honrar.
Me siento muy orgullosa de haber tomado la decisión de iniciar este viaje, pero sobre todo, tremendamente agradecida de tenerla como guía. Gracias.

Lucrecia (España)

Conocí a Virginia a través de su web, estuve bastante tiempo para decidirme donde quería retomar la terapia y decidí hacerlo con ella, la verdad que he podido comparar con otros profesionales y sin duda me quedo con ella.

Acudí para solucionar un par de cosas y después de unos meses me encuentro muy feliz y contento de cómo está yendo todo, y buena parte de ello es gracias a que desde el primer momento me explico cómo íbamos a hacerlo, me transmitió mucha confianza y seguridad en lo que hacía, me enseño unas técnicas muy eficaces para relajarme, me han ido sirviendo de mucho las charlas que he recibido en cada sesión, además me parece que es una profesional muy cercana y que hace un seguimiento muy metódico de cada caso.

En definitiva os recomiendo que si necesitáis a un profesional acudáis a Virginia porque yo en mi caso he notado muchos avances en muy poco tiempo, me siento muchísimo mejor que cuando empecé y estoy seguro de que con ella voy a conseguir lo que me propuse al empezar.

Jaime (España)

Conocí a Virginia a través de su blog «Psicología y consciencia».

Me encontraba en un momento delicado, incapaz de enderezar las relaciones con mi familia. Me estaba afectando de tal manera que prácticamente había asumido que no habría solución.

A raíz de leer algunas de las entradas que había publicado en dicho blog, me sentí tremendamente identificada y sentí un atisbo de esperanza.

Había acudido a distintos profesionales y realizado multitud de terapias sin grandes resultados en el pasado, por lo que debo confesar que tenía mis reservas antes de comenzar el tratamiento con Virginia.

El hecho de poder llevar a cabo las sesiones vía Skype me convenció para probar al menos una vez. En cuanto comencé a hablar y a exponer mi situación, Virginia entendió perfectamente quién era yo y qué necesitaba para poder seguir adelante con mi vida.

Proporciona el equilibrio justo entre el análisis, esencial para comprender qué y por qué ocurre algo, y el pragmatismo de la psicología cognitiva-conductual. Evita hurgar innecesariamente en las heridas, salvo que tú lo requieras. Además, su enfoque holístico de la persona, como una dualidad cuerpo-mente que se influye mutuamente, añade valor a su tratamiento, enfrentando los casos desde todos los frentes posibles y empleando técnicas como el control de la respiración, la visualización, las Flores de Bach,…

Virginia es una gran profesional, con un amplio conocimiento técnico y una gran intuición, que ofrece todas las facilidades para adaptarse a tu estilo y ritmo de vida pero, sobre todo, es una persona comprensiva, empática y cercana, que allana enormemente el camino hacia la recomposición.

Berta (España)

Mi primer contacto con Virginia fue a través de una buena amiga que asistía a terapia con Virginia. Mi primera sesión fue en su consulta hace 6 meses. Después de esta sesión debido a que mi país de residencia actual es Irlanda, hacemos la sesión por Skype.

No sabía como iba a funcionar la terapia online, pero tenía plena confianza en Virginia desde el primer día que la conocí y quería intentarlo. Mi experiencia es muy buena, y la recomiendo a todos aquellos que por algún motivo de lugar o tiempo no puedan desplazarse hasta su consulta. Además me permite estar en un entorno tranquilo y que me hace sentir cómoda pues me conecto desde mi propia casa.

Los temas que estoy tratando con Virginia son un problema de adicción, dispersión, relaciones familiares y de pareja, la asertividad y críticas hacia mi misma y hacia los demás.

Soy una persona que tiende a la dispersión y gracias a nuestras sesiones mi día a día están dejando de ser un caos. Siempre supe que había un impulso incontrolable a actuar o pensar y creí que bueno “YO SOY ASI” y tenía que aceptarlo. Pero gracias a Virginia he aprendido pautas para poner la atención en lo que hago y gracias a ello mi nivel de energía se mantiene más estable y mis acciones son más coherentes con lo que pienso y siento. También estoy aprendido a reorganizar mi día por prioridades en lugar de querer hacerlo todo a la misma vez o todo el mismo día y a tener lo que hemos llamado “Planes de Contingencia” para cuando tenga momentos de “tentación” no solo relacionados con la adicción sino con cualquier área de mi vida.

Llevo tomando antidepresivos desde hace 8 años, y por primera vez desde que empecé a tomarlas he tomado la decisión de dejarlas definitivamente y hacerle frente a la vida gracias a todo lo aprendido en nuestras sesiones.

Gracias Virginia por ser una persona tan cercana que me transmite una enorme confianza. Gracias por estar conmigo y ser mi guía en este periodo de crecimiento y autoconocimiento personal; por ayudarme a valorarme más y a los demás; por todas esas pautas que traen equilibrio a mi mundo; por enseñarme a ser más compasiva y amable algo que creí no merecer.

Sé que todavía me queda camino por aprender pero yo elijo hacerlo de tu mano.

Marta M. (Irlanda)

Cuando llegue a las manos de Virginia, estaba en una etapa un poco caótica de mi vida.

El no darme cuenta de mis equivocados conceptos sobre mis obligaciones como hijo, estaba haciendo mella en mi relación de pareja, además de mi estabilidad emocional.

Vivía con con la constante sensación de que nada de lo que hacia para mejorar la situación era suficiente.

Gracias a su ayuda, he podido abrir los ojos. Ahora veo cosas que antes pasaba por alto.

Soy consciente de un problema que antes no veía e intento no cargarme de responsabilidades que no me corresponden.

Gustavo (España)

Encontré a Virginia buscando información y profesionales sobre PAS (persona altamente sensible).

Me puse en contacto con ella y desde el primer momento me gustó.

Realizar sesiones a través de Skype como es mi caso puede suponer a priori un inconveniente, todo lo contrario, es una suerte contar con profesionales que apuesten por este medio y nos faciliten las cosas a quienes por cuestiones de localización no podemos acceder a muchos servicios.

Me ha ayudado mucho, pautas y herramientas que han conseguido facilitar mi día a día. Descubrirme y conocer nudos que ni yo misma sabía que tenía.

Aún me queda mucho por avanzar. Pero que sé que de su mano lo conseguiré. Una profesional cercana y de gran valía, sobre todo por el interés, la empatía y su capacidad para escucharte y comprenderte.

Vanesa (España)

Encontré a Virginia en Internet por casualidad y hoy doy gracias a esa casualidad. Leyendo los testimonios de esta página, me di cuenta de que empezar terapia con ella me podía ayudar mucho y así ha sido. Espero que este testimonio os ayudé también a vosotros a decidiros a dar el paso porque estoy segura de que no os arrepentiréis.

Llegué a ella en un momento muy delicado de mi vida, sintiéndome totalmente abatida, con las heridas a flor de piel y llorando cada día. La persona sonriente y optimista que yo era había desaparecido por completo. Mis relaciones familiares estaban o rotas o tambaleándose: mi hermana, que hasta entonces éramos uña y carne, me había dejado de hablar sin darme ninguna explicación; mi madre no sabía cómo llevar la situación, y acababa abusando de mi predisposición para escucharla y darla explicaciones, lo que hacía que yo me sintiera cada vez más culpable y más víctima a la vez.

Virginia me ayudó a ver que lo que me había llevado a esa situación venía de una dependencia emocional muy fuerte con ellas dos. Yo estaba totalmente bloqueada en mi vida por esa dependencia y cuando había intentado tomar decisiones por mí misma, acababan atacándome y haciéndome sentir culpable sin motivo.

De ese modo, las relaciones iban empeorando más y más, hasta el punto de llegar a pensar que no iba a volver a hablar a mi madre porque me hacía daño cada vez que hablaba con ella. Esto me destrozaba por dentro sólo con pensarlo, pero no veía otra solución. Afortunadamente sí que había otra solución y la descubrí por Virginia: me enseñó técnicas para poner límites en nuestras conversaciones, me enseñó a tomar mis propias decisiones y ser coherentes con ellas, me enseñó a no sentirme culpable por tomar mis decisiones… y gracias a todo eso, la relación con mi madre se ha salvado. Gracias, Virginia, gracias!

En cuanto a la relación con mi hermana, me martirizaba no saber el porqué de haber llegado a esa situación ni qué podía hacer para solucionarlo. Lo había intentado todo pero mi hermana se había convertido en un muro insalvable. Virginia me ayudó a entender que cuando el cambio no depende de uno mismo no se puede hacer nada más que aceptarlo, que cada persona decide el camino de su vida y que el resto tiene que aceptar esas decisiones por mucho que duelan.

Las sesiones con Virginia son muy intensas y fructíferas. Propone muchas técnicas que se convierten en herramientas del día a día de cada uno. Hace un seguimiento muy continuado. Por mi lado, me he sentido muy cómoda en todas las sesiones, es una persona muy cercana y que inspira mucha confianza por lo que es realmente sencillo hablar de todo.

Como dice Virginia, todo proceso lleva un aprendizaje, y gracias a ella puedo decir que he aprendido mucho, me he conocido mejor a mí misma, y me he convertido en una persona más fuerte, más libre y menos dependiente emocionalmente.

Laura (España)

Hace unos meses estaba buscando artículos en Internet y me encontré con un artículo que había escrito Virginia y sentí ganas de coordinar una sesión con ella.

Cuando le conté a mis amigas me dijeron que era arriesgado empezar una terapia con alguien que había encontrado por Internet pero no les hice caso, seguí mi intuición y puedo decir que Virginia ha superado mis expectativas.

Con Virginia hemos estado enfocadas en sanar mis relaciones; me ha ayudado a sanar mi relación con mis padres y mi niña interior a través de diferentes ejercicios y visualizaciones.

En este momento estamos trabajando cuáles son mis creencias limitantes con respecto a los hombres para así poder construir una relación amorosa y duradera.

Con ella también comencé a tomar flores de bach y puedo decir que me han dado muy bueno resultado y que estoy notando cambios en mi manera de pensar y por ende mi manera de actuar.

Estoy muy contenta de haber seguido mi intuición y haberla elegido a Virginia a ayudarme a sanar mis relaciones, tanto conmigo misma como con los otros.

Flore (Francia)

Me encontraba un poco perdido y bastante agobiado por un asunto personal que me generaba cierta obsesión que era incapaz de controlar.

Encontré a Virginia navegando por internet y tras ponerme en contacto con ella comenzamos las sesiones prácticamente de inmediato.

Durante esas sesiones, me facilitó numerosas herramientas con las que trabajar y con las que poder afrontar esa obsesión y conseguí entender qué era lo que me pasaba y pasadas unas semanas, volver a estar tranquilo y volver a ser quien solía ser.

Una vez «atajado» el problema urgente, hemos seguido teniendo esas charlas para profundizar y encontrar los motivos o detonantes que me llevaron a esa situación y sigo encantado y profundamente agradecido de la ayuda que me ha prestado y me sigue prestando.

Igor (España)

Conocí a Virginia de forma casual mientras buscaba información sobre familias tóxicas y autoestima. Yo estaba pasando por un mal momento y cuando leí algunos de los artículos que incluye en su página web supe que podría ayudarme. Y no me equivoqué.

Casi desde el principio me sorprendió que tras cada sesión, apenas sin darme cuenta, iba avanzando a pasos agigantados. Utiliza una terapia distinta, no convencional; en alguna ocasión ha utilizado incluso formas gráficas de representar la realidad, destacaría en ella su creatividad.

La recomendaría a cualquier persona que esté pasando por un mal momento o que simplemente no encuentre su lugar, porque consigue hacerte sentir confortable y tranquila de manera que ni te das cuenta de que aprendes incluso hablándole.

Es suave y hace que te acerques a tus problemas desde la aceptación, la compresión y de algún modo también el perdón a través del amor, tanto hacia uno mismo, hacia los demás, como a cualquier situación que pueda resultar frustrante.

Desde que estoy en terapia con ella me siento más serena y feliz, la recomiendo totalmente.

Raquel I. (España)

Hace mas de un año que conocí a Virginia a través de un articulo de su blog.
Impresionada por su capacidad de escribir acerca de dinámicas toxicas familiares me animé a llamarla.
Durante este tiempo Virginia me ha acompañado en un proceso donde he encontrado un mayor entendimiento de mi entorno familiar y el papel que juego en el.
Con su ayuda he llegado a una mayor claridad emocional y de empoderamiento personal.
La siento cercana y versatil. Admiro su sabiduría terrenal, su sentido del humor y su amabilidad.
Gracias Virginia!

Melissa (Holanda)