Dependencia emocional 11

Poner limites saludables

Hola,
Llegamos a la recta final del manual, cada vez va quedando menos pero no por eso tienes que dejar de seguir con las pilas puestas, pues las rectas finales son las que más cuestan.
A partir de ahora la temática tendrá relación con un estilo de vida emocional-mente saludable.
Aprender ciertas pautas de cuidado personal y precaución a la hora de relacionarnos nos ayudará a tener relaciones más armoniosas en general y a prevenir la dependencia emocional.
En esta clase voy a explicar resumidamente que son los limites y como podemos gestionarlos.

Ponerse limites a uno mismo

Los limites son barreras saludables que nos sirven como protección ante abusos externos e internos.
Estos últimos son aquellos que deberías ponerte a ti mismo cuando te estás perjudicando porque estás realizando una conducta en exceso como por ejemplo pasarte con la comida, engancharte a una emoción nociva o un exceso de autocritica.
Los limites están muy relacionados con como te quieres, cuando nunca te pones limites estás cayendo en una forma de autosabotaje donde los enganches, los abusos y las adicciones de todo tipo tienen barra libre.
Recuerda que si no te sabes poner limites, difícilmente los vas a poner fuera.

De puertas hacia fuera

A nivel externo están muy relacionados con la gestión de tu espacio personal y la confianza en tu propio criterio a la hora de tomar decisiones; cada vez que sientes que tienes que poner limites o dar tu opinión y no lo haces, cedes tu espacio personal y otra persona decidirá por ti.
Establecer limites hace que tu campo energético sea más solido y menos permeable a las influencias externas.
Poner limites puede pasar por decir no, basta, en otro momento, hasta aquí o ahora mismo.
Cuando cuesta expresar con claridad y de forma directa lo que uno siente hay un miedo inconsciente a la desaprobación o el rechazo por parte de los ostros y por eso muchas veces para evitar este miedo se cae en un exceso de complacencia que en casos muy extremos puede llegar a producir cansancio, extenuación y sensación de sentirse abusado por todo el mundo.
Establecer limites es fundamental para que las relaciones puedan fluir desde la igualdad y muy lejos de los juegos de poder donde todos salen perjudicados, especialmente el que se coloca en papel de sumiso y complaciente tanto en la pareja como en las relaciones en general.

¿Por donde empiezo?

Para poner limites hay que empezar un proceso de escucha activa hacia uno mismo y obrar en consecuencia a lo que estas sintiendo en cada momento, a esto se le llama integridad.
Recuerda que pensamiento, emoción, acción y palabra tienen que ir en la misma dirección, cuando este algoritmo se cumple es síntoma de que te estás escuchando.
!Así de sencillo!, claro que pero para que esto ocurra hace falta practicar y estar muy pendientes de reconectarnos con nuestras emociones que en todo momento serán la brújula interna que te indicarán el camino a seguir.

La clave es la integridad

Coherencia es actuar según los dictados internos y no desde las mascaras o roles sociales que utilizas para dar una determinada imagen o conseguir aprobación.
Seguir tus dictados no es ser egoísta ni desconsiderado hacia los demás, pues que sentido tiene ayudar a alguien si es a tu costa, al Universo esto no le interesa, el Universo siempre busca que todos salgan ganando.
Cuando eres integro contigo mismo los demás lo captan como una señal de que te respetas y que por extensión también respetas a los demás.

Ejercicio

Escribe en tu cuaderno de trabajo tres aspectos de tu vida en los cuales te excedes y te perjudicas, piensa primero y escribe después la forma en que puedes empezar a ponerte limites para conseguir una conducta más equilibrada, pues en definitiva de eso se trata.