Menos es más
El estado que se conoce como Fluir o Flow consiste en hacer las cosas con la máxima excelencia aplicando el mínimo esfuerzo posible, con este algoritmo nos acercamos a los altos niveles de eficiencia y rendimiento.
Así que fluir está mucho más relacionado con calidad en la acción que con cantidad.
Actuar con eficiencia es moverse con fluidez y hacer lo estrictamente necesario para que el objetivo salga bien.
Si hago más de la cuenta, me obsesiono o me apego a los resultados, entonces estoy forzando y ralentizando la materialización de mis objetivos y lo que es peor, desperdiciando una gran cantidad de valiosa energía.
La máxima aspiración de la eficiencia es convertir el – en +.
A largo plazo compensa más fluir que forzar, pero no te engañes, fluir no es tirarse a la bartola en el sofá viendo las cosas venir; fluir es pasar a la acción solo y exclusivamente cuando sea necesario hacerlo y por supuesto sin posponer para después, pues cuando posponemos, todo lo que tenemos pendiente pasa a ocupar un gran espacio mental en nuestra cabeza y esto nos resta energía, lo que puedas hacer ahora ¡hazlo sin dudar!
– Acción, + Estrategia
En relación a la eficiencia quiero hablarte de un perfil de personas (en el que me incluyo) que yo llamo los «mechacorta”.
Te explico, los mecha corta son personas de gran voluntad, muy dotadas para la acción, con grandes dosis de entusiasmo, pasión y creatividad que empiezan sus proyectos con mucha fuerza pero que se acaban desinflando como un globo pinchado a mitad del camino.
La fuerza arrebatadora de los mechacorta les impulsa a actuar rápidamente y como consecuencia en seguida se tiran a la piscina sin tantear un poquito el terreno.
Para estas personas elaborar un plan de acción donde prever posibles complicaciones y alternativas, establecer horarios y esquemas de trabajo, les puede parecer una real pérdida de tiempo, simplemente para ellos no hay tiempo que perder y prefieren pasar rápidamente a la acción. Grave error. La voluntad sin una estrategia adecuada y bien definida no sirve de mucho y a la larga te conduce a emplear una gran cantidad de tiempo y energía extra en solucionar minucias que fácilmente se podían haber previsto, la consecuencia de esto: un estado de frustración casi permanente.
Una estrategia eficaz puede ahorrar muchas frustraciones a personas de gran voluntad. Así que es importante, yo diría que fundamental elaborar un buen plan de acción donde aparezcan todos los recursos y pasos secuenciales antes de tirarse a la piscina.
«La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes». Peter Drucker
No me cansaré de repetir que es vital tener una estrategia cuando inicias cualquier tipo de proyecto, ¿y por qué? me dirás tú, pues déjame contarte: una estrategia te va a permitir actuar según un método estructurado y sólido, en el que podrás vislumbrar y definir tu meta, de esta forma el inconsciente que no tiene nada de tonto buscará los atajos para conseguir sus objetivos.
Una ayuda: los mapas mentales
En el mercado puedes encontrar mucha bibliografía (toda ella recomendable) para ser más eficiente y para elaborar planes de acción pero yo te voy a hablar sobre el método que más me ha ayudado a ser una persona eficientemente productiva en términos de tiempo y esfuerzo.
Se trata de los mapas mentales o redes de asociaciones cuya forma se asemeja a una red neuronal. Esta metodología es realmente flexible, abierta y creativa y en muy poco tiempo te permite elaborar un mapa o boceto de la tarea o proyecto que pretendes llevar a cabo.
Estos mapas son redes asociativas que imitan la forma más natural y rápida de aprender: a través de asociaciones interconectadas.
Son altamente efectivos porque implican ambos hemisferios cerebrales, el izquierdo (más lógico, racional, directivo, planificador) y el derecho (más emocional, creativo, holístico y artístico).
Así nuestro cerebro, a vista de pájaro, recoge como un chispazo toda la información. Pero mejor verlo con un ejemplo, ya que una imagen vale más que mil palabras, sobre todo en este caso.
Este es un sencillo ejemplo:
Desde que los utilizo he ganado en eficiencia, velocidad y mis horas se han vuelto mucho más rentables.
Puedes encontrar como hacer mapas mentales en tu ordenador en esta dirección, pero lo ideal es que los hagas a mano y con dibujos asociados, de esta forma el aspecto emocional y visual estarán mucho más presentes.
No me cansaría de hablar de las bondades de estos mapas, entre ellas de su versatilidad, los utilizo para organizar mí día a día, una tarea, un proyecto, una lluvia de ideas…
Te animo a utilizarlos, comprobarás como planificar se puede convertir en algo divertido.